Madres tardías: sí, con donantes de gametos
¿Cuándo es entonces el momento para ser madre?
Cada vez retrasamos más la edad de ser madres, en España, claro. Hay países en los que las políticas de ayuda familiar han propiciado que la maternidad tardía no sea la opción elegida. Pero no solo las políticas familiares, está también el deseo de formarse de la mujer, el hecho de saber que no el primer hombre con una tropieza en la vida tiene por qué ser el padre de nuestros hijos, la separación de la pareja sin necesidad de buscar un embarazo no deseado, la búsqueda de un trabajo estable si es que hoy en día existe, o la vida profesional de la mujer a la que la maternidad, para muchas empresas, supone como mínimo un impacto económico. A todo esto, hoy en día hay que sumarle la crisis.
¿Cuándo es entonces el momento para ser madre? Para muchas mujeres parece no llegar nunca… el momento, porque las ganas o el deseo de serlo están ahí.
Y con éstas nos encontramos con que de pronto los 40 años acechan o ya fueron celebrados y las mujeres nos damos cuenta de que ya no hay tiempo que esperar… Estudios avalados dicen que después de los 30 años se han usado casi el 90 por ciento de nuestra reserva de óvulos; y a partir de los 40, el 97 por ciento. Y no se puede decir que no nazcamos con óvulos suficientes (venimos al mundo con dos millones de óvulos), aunque llegamos a la adolescencia con 400.000, y cuando se acerca a la menopausia lo hace con aproximadamente 1.000. Lo que no significa que caigan nuestras posibilidades de ser madre. Antes de esto hemos tenido una gran alternativa: vitrificar nuestros óvulos.
La vitrificación de óvulos surgió para cubrir el deseo postergado de aquellas mujeres que han sufrido cáncer. Vitrificar sus óvulos les permitía ser madres después del tratamiento. Esto hizo pensar en la posibilidad de poder vitrificarlos independientemente de la enfermedad. La vitrificación es una técnica ultrarrápida de congelación de ovocitos. Después de la vitrificación, sobreviven entre el 90 y el 95% de los ovocitos, con una alta tasa de fertilización y de gestación. Claro está que no nos vamos a poner a vitrificar nuestros óvulos a los 38 años, porque son óvulos de 38 años con su consiguiente envejecimiento… La edad idónea está en torno a los 28 años.
¿Que no hemos vitrificado? Seguimos teniendo opciones de maternidad. La ovodonación o donación de óvulos. Cuando nuestros óvulos ya no funcionan, ya no nos permiten ser madres, podemos recurrir al óvulo donado, que no es sino la entrega anónima y altruista de óvulos de una mujer a otra, con el fin de que esta última pueda tener un hijo. U otra opción, la adopción de embriones, que consiste en la transferencia de embriones congelados procedentes de otra pareja que decidió donar sus embriones sobrantes en un tratamiento de reproducción asistida. Se trata esta última de una técnica cuya demanda ha crecido por encima del 50 por ciento en los últimos años, pese a que tan solo por encima del ocho por ciento de las parejas deciden dejar sus embriones en adopción.
Si superamos la edad, o no conseguimos ser madres con ninguna de estas técnicas, aún nos queda una última, eso sí, hay que decir que no está permitida en España (hay que recurrir al extranjero) y es la opción más cara de todas con diferencia: la maternidad subrogada o el vientre de alquiler. Hoy en día, las posibilidades de ser madres son altas. La ciencia nos ha puesto al alcance de nuestras manos la maternidad tardía. Aún así se aconseja que la tendencia sea de nuevo la de antes, la de nuestras madres o la de nuestras abuelas: una maternidad más temprana.